Del mismo modo que la Memoria puede hacernos más fuertes, también los recuerdos pueden esclavizarnos… Y si sin embargo no somos capaces de pasar página, demos al menos una oportunidad al tiempo para que opere naturalmente su obra de desactivación. Y entonces quizá, un día, sin que nos demos cuenta, un poco de comprensión y de amor brotará de todo ello.
El Perdón es, sin duda alguna, la única fuerza que pueda desactivar el efecto boomerang al que dramáticamente nos hemos acostumbrado a abonarnos.